domingo, 21 de abril de 2013

Relato de una tarde


  
                          

No paraba de hablar, y èl, no dejaba de escucharme, atento...aunque a veces sus ojos no miraran a los mìos...
Una mesa, dos cafès, y la lluvia que golpeaba el techo de plastico de ese bar improvisado en una amplia vereda muy cerca del mar.
La gente pasaba cerca nuestro, pero no nos veìan, èramos parte de la escenografìa...(y del pasado)
Le contè de mis miedos, de mis sueños...le hablè del pecado, le confesè que mi piel pedìa a gritos de su piel. No le hablè del corazòn. (no quise que se vaya...) Agonizaba en mi alma toda especie de futuro. Le dì besos eternos para que no me olvide, dejè una cerveza pendiente para volver a verlo. Hay truenos. No se si vienen del cielo o son quejas de algùn pasado mal vivido...un pasado que viene pidiendo permiso para traer hasta aqui los mas tristes desengaños...
Le pido un beso (otro) y me lo dà...Habla, poco. Quiero bersarlo, ser parte de èl. Lo miro ("dame un beso, no te vayas", pienso) Ahora habla. Me incluye en su presente, pero no es su futuro. Nos desnudamos de verdades, podemos SER. Ser èl, ser yo.  Ser los dos.
Êl no se hace cargo de lo que viene...y yo siempre voy viviendo por adelantado...divago en posibles mañanas....soy espectadora de mi propia pelicula (nunca la actriz).
Nos miramos...nos reìmos...me acomoda el pelo (un beso mas...)
-"Mozo, la cuenta!"